Perú Amazónico.pe.kz............. Cultura e Historia de la Amazonía Peruana.............(Editado y diseñado por Max Junior Rojas Ríos......--2007--)

domingo, 23 de septiembre de 2007

FIEBRE DEL CAUCHO EN EL PERÚ


En 1885, empieza la época del auge del caucho (aunque su explotación se realizaba ya desde tiempo atrás), producto cuya exportación aumentó año tras año hasta 1907, en que se registraron 3.029 toneladas métricas. Esta bonanza no volvería a repetirse. Iquitos experimentó durante aquellos años un auge y una prosperidad que no había tenido nunca, bonanza que también alcanzó a otras ciudades como Tarapoto, Moyobamba y Lamas. Los patrones derrochaban el dinero que habían ganado y construían lujosas viviendas para las que importaban materiales desde Alemania y otros países de Europa. Se impuso la moda europea y los caucheros vestían con las mejores telas y bebían los más finos licores. Muchas de las construcciones que aún se conservan en Iquitos dan testimonio del efímero período de abundancia y de improvisadas fortunas que al final de cuentas se esfumaron con la misma facilidad con que se habían formado a costa de tantas vidas, abusos y sacrificios.

La fiebre del caucho en el Perú, está teñida de sangre y pólvora, de gloria y abusos, la historia del caucho en el oriente peruano configuró el territorio actual y abrió los ojos a la administración de los gobiernos de turno, que poco o nada daba por esas extensas regiones verdes. Aquella época es posterior a las expediciones que llevaron a los conquistadores a ubicar el mítico El Dorado o un Paititi que encerraban incalculables tesoros; es también posterior al afán evangelizador de los misioneros que se internaron en la Amazonía para fundar centros poblados y "civilizar" a los "salvajes". El explorador que entró a la selva para extraer el caucho a fines del siglo XIX lo hizo con una imaginación libre de utópicas ciudades cubiertas de oro y sin una Biblia que justificara sus empresas.

Los caucheros

El cauchero peruano no sólo fue un empresario dedicado a la extracción del látex; también fue un equivalente del minero en la frontera estadounidense, una suerte de ley en una tierra sin leyes y muchas veces el defensor de la soberanía y la integridad territorial ante las aspiraciones expansionistas de los vecinos brasileros, colombianos y ecuatorianos. De hecho, eran conocidas las pretensiones brasileras, que consideraban que el entonces imperio del Brasil sólo sería una potencia mundial si lograba una salida al Pacífico.

Iquitos, fundada en 1757, por los jesuítas y convertida en capital del departamento de Loreto por el mariscal EP Ramón Castilla y Marquezado en 1864, fue el centro cauchero de la selva peruana y el primer puerto fluvial sobre el río Amazonas peruano. Desde allí se comercializaba con Manaos, en Brasil. Desde 1880, con el auge del caucho, la ciudad inició su expansión. Llegó a contar con colonias de portugueses, españoles, judíos y chinos y hasta nueve consulados en aquella época. Iquitos gozó de años dorados en los que la riqueza que trajo el oro blanco dejó muestras del esplendor en mansiones y en edificios de estilo morisco, como la Casa de Fierro, diseñada por el ingeniero Gustav Eiffel.

La demanda del caucho a finales del siglo XIX, hizo que se iniciara una suerte de "fiebre del caucho", similar a la del oro de unas décadas antes en Estados Unidos de América, y Canadá. Colombianos, ecuatorianos y, sobre todo, brasileros se establecieron en la desconocida frontera amazónica y compartieron un territorio sin presentacia estatal.

Al inicio de aquella etapa, en 1886, el prefecto José Reyes Guerra, natural de Moyobamba, redactó un informe que auguraba el oscuro futuro de la explotación de aquel recurso:

"...los grandes beneficios que proporcionaría el caucho se verían ensombrecidos por mayores desgracias a no ser que el Estado tomara medidas..." —Informe del prefecto José Reyes Guerra al gobierno peruano.

En un momento, las principales casas exportadoras eran las de Julio C. Arana, Luis Felipe Morey y Cecilio Hernández, aunque hubo numerosos caucheros menores no menos importantes. Arana fue el mayor: propietaria de los fundos gomeros y de las colonias del Putumayo, la Casa Arana se convirtió en la Peruvian Amazon Company con sede en Londres y acciones en la bolsa. En 1909, desalojó a los caucheros colombianos y ganó el control no sólo del territorio comprendido entre el río Caquetá y el río Putumayo, sino de la mano de obra indígena en toda la región.

Durante la prefectura de Pedro Portillo (1901-1904), se aprovaron leyes que gravaron a las importaciones e intentaron darle una mejor distribución a los impuestos derivados de la exportación de la goma, según sus calidades. Quedaron libres de impuestos productos como la manteca, el azúcar y las harinas, así como ciertas herramientas y maquinarias agrícolas. De esta modo, la flamante Aduana de Iquitos incrementó sus ingresos notablemente y Loreto se niveló económicamente con respecto al resto del país. En cierto sentido el cauchero fue un conquistador moderno, un explorador que -sin Biblia ni Dorado ni Paititi- gobernó una tierra indómita, descubrió en ella un atractivo desconocido y la convirtió en en una región apetecible que hoy sigue ofreciendo infinitas posibilidades y riquezas en diversas formas.

Fuerza laboral

Los indios naturales de la Amazonía estaban divididos -según el etnocentrismo del colono- en dos grupos: los bautizados o "civilizados" y los "salvajes". Eran reclutados a la fuerza y obligados a entregar cierto número de arrobas de goma al mes con la amenaza añadida de torturas, mutilaciones y demás vejaciones. En virtud de tales consideraciones, algunas veces los caucheros extrajeron de sus tierras a nativos más sumisos y los trasladaron hasta sus colonias de producción.

El sistema de control de la fuerza laboral era cruel desigual: el patrón sometía a los nativos y los obligaba a trabajar en condiciones de esclavitud. En cada barracón de trabajo había un capataz y, bajo su mando, un grupo de hombres armados que ponían orden en el barracón y perseguían, castigaban o neutralizaban cualquier amago de rebelión o huída. Dentro de estos "ejércitos" había una figura peculiar, la de los "muchachos", jóvenes nativos criados por los patrones que desempeñaron un papel importantísimo de control, ya que estaban armados y dominaban las lenguas y costumbres indígenas.

Otro aspecto de la era del caucho lo constituyó el desplazamiento de los nativos, sacados de sus tierras y llevados a convivir con otras etnias, a veces rivales entre si. Sólo en la cuenca del Putumayo, durante la primera década del siglo XX, murieron 40.000 indios de los 50.000 que antes vivieron allí.

Migración interna y colonización

Sin embargo, la explotación del caucho trajo otra consecuencia insospechada hasta entonces: la migración interna y la colonización de distintas zonas de montaña donde pocos se habían aventurado antes. Con la extracción de la goma fue necesario establecer zonas agrícolas para abastecer a los asentamientos. El Gobierno, fomentó esta migración y corrió con parte de los gastos de los pasajes, manutención temporal y con semillas para quienes fueran a las zonas señaladas. La peruana fue superior en número a la inmigración extranjera, y se desplazó principalmente de Rioja, Chachapoyas, Moyobamba, Tarapoto y Cajamarca.

LA FIEBRE DEL CAUCHO



La Fiebre del caucho (Ciclo da borracha en portugués) constituyó una parte importante de la historia económica y social de Brasil y Perú también para los países suramericanos con territorios amazónicos, como Colombia, Ecuador y Bolivia. Esta fiebre está relacionada con la extracción y comercialización del caucho; tuvo como centro a la región amazónica, disparando su proceso colonizador, atrayendo riqueza y causando transformaciones culturales y sociales, además de dar gran impulso a ciudades amazónicas como Iquitos en el Perú, Belém do Pará en Brasil y en especial la ciudad brasileña de Manaus, hasta hoy la principal ciudad amazónica y capital del Estado de Amazonas.

La fiebre del caucho vivió su auge entre 1879 y 1912 experimentando tiempo después, una resurrección entre los años de 1942 y 1945.

El descubrimiento de la vulcanización y de la cámara neumática en la década de los años 1850 dio lugar a una "fiebre extractiva del caucho".

Generalidades sobre el caucho y su industria

Se denomina caucho al jugo o látex de una variedad de plantas. Hay diversas variedades de gomas, entre ellas jebe, balata y gutapercha. Los árboles de caucho o Seringueira (en portugués) que proveen esta sustancia son las heveas, el guayule, el ficus elástico, y la castilloa ulei, entre otras.

La primera fábrica de productos de caucho (bandas elásticas y suspensorios) surgió en la capital francesa, París, en el año de 1803. Sin embrago, el caucho todavía presentaba algunas desventajas: con el aumento de la temperatura ambiente, la goma base se volvía más blanda y pegajosa, mientras que con la disminución de esta, la goma se tornaba dura y quebradiza. Fueron los indios centroamericanos los primeros en descubrir y aprovechar las particulares propiedades del caucho natural. Entretanto, fue en la Selva amazónica donde se desarrolló la actividad extractora de caucho a partir del árbol del caucho o seringueira (en portugués), un árbol que pertenece a la familia de las Euphorbiaceae, también conocido como árbol de la fortuna. Del tallo de este árbol es extraído un líquido blanco, llamado látex, compuesto en un 35% de hidrocarburos, destacándose el 2-metil-1,3-butadieno (C5H8), comercialmente conocido como isopreno o monómero de caucho. El látex es una sustancia prácticamente neutra, con un pH de 7,0 a 7,2. Pero cuando se deja expuesta al aire por un periodo de 12 a 24 horas, el pH disminuye a 5,0 y sufre una coagulación espontánea, formando un polímero que es el caucho, representado por la Fórmula química (C5H8)n, donde n es del orden de 10.000 y presenta una masa molecular media de 600.000 a 950.000 g/mol. El caucho, obtenido de esta manera posee una serie de desventajas: la exposición al aire provoca que el líquido extraído se contamine con otros materiales (detritus), lo que lo convierte en una sustancia perecible y pegajosa debido a la acción de la temperatura. Por medio de un proceso industrial, el caucho es tratado y se eliminan del las impurezas; luego se somete a un proceso denominado Vulcanización, que da como resultado la desaparición de las propiedades indeseables del caucho. De esta manera, el caucho se vuelve imperecedero, resistente a los solventes y a las variaciones de temperatura, adquiriendo excelente propiedades mecánicas y perdiendo su carácter pegajoso.

lunes, 3 de septiembre de 2007

LA FUERZA NAVAL DEL PERÚ Y SU ROL PROTAGÓNICO EN LA HISTORIA DE LA AMAZONÍA PERUANA


Desde los albores de la historia republicana de nuestra nación, la amazonia esta estrechamente vinculada a la pionera y constante actividad de la Marina de Guerra del Perú, fueron ellos quienes establecieron poblaciones en la llanura amazónica determinando así el sistema geográfico, social y político de esta región.

La acción de l marina en la exploración de esta inmensidad amazónica tiene sus inicios en la expedición realizada en el año 1843 por el capitán de fragata Francisco Carrasco, quien trabajando conjuntamente con la comisión francesa a cargo del conde Francis de Castelnau, partió desde la ciudad de lima con rumbo al Cuzco; buscaron el Urubamba, llegaron al Ucayali, el mismo que recorrieron hasta la desembocadura del Sarayacu.

El resultado de esta dramática expedición fue provechoso. Carrasco presento un informe circunstanciado de su viaje y trazó un mapa del curso del Vilcanota o Urubamba y parte del Ucayali. La importancia del viaje esta demostrada por el echo de que el sabio Antonio Raimondi lo reprodujo íntegramente en el tomo III de su obra “historia de la geografía del Perú".

En aquel entonces, el presidente de la republica, Mariscal Ramón Castilla, visionario gobernante que mediante acertadas decisiones propulso el desarrollo de la amazonia, decreto el 7 de junio de 1857 la creación de la provincia litoral de Loreto y el 7 de enero de 1861 dispuso la creación del Departamento Marítimo Militar de Loreto.

Sin embargo constituyo un echo trascendental, que fue el inicio del desarrollo del recién creado departamento, el arribo a Iquitos el 5 de enero de 1864, de la primera flotilla fluvial, comandada y tripulada por personal de la Marina de Guerra, quienes determinaron que la zona denominada Iquitos era la mas apropiada para instalar el apostadero naval, una factoría con dique flotante, fabrica de tejas y ladrillos, que traían en la bodega de la fragata “Arica”, el bergantín “Prospero”, los exploradores “Napo” y “Putumayo”, la goleta “Teresa” y las lanchas “Simbad” y “Elisa”.

Años más tarde, la fecha de este memorable acontecimiento propiciado por los marinos, fue dispuesta por resolución suprema como la fecha oficial de celebración de la fundación del puerto de Iquitos.

Con la instalación de la factoría, muy pronto la sinfonía natural producida por los insectos del bosque fue cambiada bruscamente a golpe de martillo y al chirriar de las sierras movidas por las maquinas a vapor. Los 5 talleres que conformaban la factoría empezaron a funcionar (Iquitos nacía como ciudad)... La presentación de servicios que se otorgaban propicio la migración hacia la naciente ciudad desde otros poblados de la selva.

En forma paralela a la febril actividad de los talleres de la factoría y a la creciente población, los marinos iniciaron las audaces jornadas de reconocimiento a los remotos parajes de los ríos amazónicos. Conformando así también la primera comisión que demarcaría los límites con el Imperio del Brasil, responsabilidad que recayó en el Capitán de Navío Francisco Carrasco, quien se encontraba como Comandante General del Departamento Fluvial de Loreto, cargo que relevó al Contralmirante Mariátegui y que entrego al Comandante Alzamora para el cumplimiento de su nueva misión.

La primera misión exploratoria fue encargada al teniente Gregorio Pérez, quien surco las aguas de los ríos Huallaga y Aypena. Estas duras jornadas plasman la férrea voluntad y entrega de estos primeros marinos en la amazonia, como es el caso del Teniente Luís Sandi, quien surco a remo, en una frágil canoa las aguas del Ucayali y Pachitea, preparando centros de aprovisionamiento para el posterior viaje que realizó el explorador “Putumayo”, comandado por el Capitán de Corbeta Mariano Adrián Vargas, el mismo que surco las aguas del Pachitea colisionando con una palizada que le obligo a encallar en la orilla, y así poder realizar las reparaciones del casco.

En este accidentado viaje surgen los primeros mártires de la Marina en la amazonia al ser atacados, asesinados y posteriormente devorados por los aborígenes cashibos, los Alféreces de fragata, Juan Antonio Távara y Alberto West. Este dramático caso constituye un ejemplo de lo que tuvieron que afrontar los marinos del ayer para “conquistar” la misteriosa selva amazónica. Además las paginas de nuestra historia registran las valerosas acciones de los marinos exploradores: Mavila, Stiglich, Carvajal, Ontaneda, Oliva, Arce Folch, y Raygada.

En 1864 los Vapores Morona y Pastaza, Tripulados por personal naval, abrieron las rutas comerciales entre las localidades de Tabatinga y Yurimaguas. En este mismo año. En este mismo año el Comandante del Departamento Marítimo de Loreto informa al ministro de guerra y marina que, con fecha 10 de mayo, se efectuó el nombramiento del primer Capitán de Puerto en esta región.

El resguardo con denodado celo de nuestra integridad del suelo patrio se registra en la historia el año del año 1903, donde se consigna la participación de la lancha “Cahuapanas”, comandada por el Alférez de Fragata Oscar Mavila, en los combates de Angoteros y Torres Causano, durante el conflicto armado con el ecuador en aguas del río Napo.

En el año 1909 el gobierno fortaleció su presencia en esta región, conformándose la flotilla fluvial por las siguientes unidades: América, Iquitos, Cahuapanas, Requena, Orellana, Pizarro, y La Estrella; permitiendo con ello proseguir con las exploraciones y trabajos limítrofes que afianzaron la integración regional.

Otra valerosa acción de Armas en la amazonía en que participo la marina de guerra, fue el combate de La Pedrera a orillas del rió Caquetá; en esta confrontación destaco la pericia audacia y coraje del marino loretano, emergiendo de entre ellos la señera figura del teniente primero Manuel Clavero Muga, Comandante del BAP América.

En el año 1926, por disposición del ministerio de marina, se creo el servicio de hidroaviación fluvial, constituyendo otra pionera acción de la marina. La factibilidad para la ejecución de este servicio se debió al exitoso viaje del capitán de fragata Leonardo Alvariño, permitiéndose de esta manera el desarrollo de la base aéreo-fluvial de Itaya, cuyo comandante fue el capitán de fragata José G. Carrillo, quien también contribuyo mediante la resaltante labor de instrucción impartida a la población civil, disminuyendo apreciablemente el porcentaje de analfabetos.

En el año 1935 la fuerza fluvial del amazonas se moderniza con la adquisición de los EE.UU., de las cañoneras fluviales BAP Amazonas y BAP Loreto, unidades que participaron activamente en la defensa de territorio patrio durante el conflicto armado con el ecuador en 1941.

Entre los años 1946 y 1951 cuadrillas de valerosos marinos posicionaron los hitos a lo largo de la frontera con el ecuador, haciendo gala de notables conocimientos de navegación astronómica.

En el año 1950 la marina marca un nuevo hito en la historia de desarrollo amazónico con la construcción de las instalaciones y equipamiento de los talleres del servicio industrial de Iquitos, dentro del área de la base naval de santa Clotilde, río nanay (hoy base naval de Iquitos) operando con un 90% de personal naval. En el año de 1972 se integra al SIMA-Perú como Servicio Industrial de la Marina-Iquitos, operando con un 80% de personal civil, Contribuyendo así activamente al desarrollo socio económico de la región Loreto.


En el año de 1951 la capacidad operativa de la fuerza Naval de la amazonía es incrementada con la adquisición en Inglaterra de 2 nuevas unidades: el BAP “Marañón” y el BAP “Ucayali”, estas unidades participaron eficientemente en la defensa del territorio nacional durante los conflictos armados de la Cordillera del Cóndor (1981) y del Cenepa (1995) y también en la lucha contra la subversión y la pacificación de país.

La operatividad de la misión Naval de la amazonia y bienestar del personal que compone sus filas, fue lograda con la construcción de la base naval de Iquitos, estación naval Teniente primero Manuel Clavero, Villas Navales y clínica naval de Iquitos.

En el año 1974 arriba el destructor escolta BAP “Castilla”, constituyendo esta adquisición un trascendental paso para la capacitación tecnológica de la juventud loretana, al designarse esta unidad “Buque Escuela” del Centro de Instrucción Técnica y Entrenamiento Naval de Iquitos (CITENI) y de la escuela nacional de la marina mercante-Iquitos.

En la actualidad la sagrada misión de la marina de guerra de salvaguardar la integridad del territorio nacional, se fortalece además de la labor cívica que se lleva a cabo en los caseríos y pueblos de los ríos de la gran llanura amazónica peruana. Las naves de la fuerza naval de la amazonia llevan la presentación médica alimento y cultura al campesino loretano que se ubican en los más apartados ríos de la región.

Otro trascendental papel dentro de la dinámica de la fuerza naval en la amazonia, y que contribuye al progreso de la región, cumple el servicio de hidrografía de navegación de la amazonia que en el plano científico realiza estudios hidrográficos de los ríos navegables, confeccionando y distribuyendo cartas de navegación y verificando la ubicación de los hitos de nuestra frontera.